martes, 25 de octubre de 2011

Sigo siendo un asesino en serie (o capítulo uno de las reZetas imposibles)

     Y no lo digo de coña. Ni es porque no vea a la gente después de acostarme con ella, que hace tiempo que no cato varón y ya lo he superado, otra vez, jajaja. Por cierto que hoy he descubierto la razón número tropecientos por la que defender la asexualidad, y si no, ved lo que pasa cuando hay fogosidad: Una pareja fue citada a juicio por violencia doméstica cuando resultó que, en realidad, estaban dándole al kilombo en vez de darse mamporros. Y es que ya lo decía mi abuelo el facha: no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo. Para más detalles, remítanse aquí.

Aquí el cuerpo del delito. Arma homicida incluída
      Decía que sigo siendo un asesino en serie, y si no, ahí va una historia. Hace un tiempo no muy lejano, concretamente una semana, a Z se le ocurrió en un alarde de consumismo barato (sí, aunque suene irónico puede existir el consumismo low cost), comprar una hermosa orquídea para poner en la escalera. Yo no sé si conocéis mi escalera, bueno, si seguís mi blog sí, claro, que me la puse de cabecera en una ocasión, pero bueno, es una escalera y tampoco tiene más miga. La duda fue si poner la plantita abajo o arriba. Decidí que arriba porque hay más claridad.

     He aquí la importancia del idioma. No confundir claridad con calor. Igual que no es lo mismo estar saliendo que estar salido. En fín. al día siguiente, ya noche cerrada, subí de nuevo a regar mi hermosa planta. Sus flores mustias me escamaron. Ver sus verdes hojas, ahora marrones y rechumidas sobre sí mismas, me alarmaron. Tocar la maceta horas después de ponerse el sol y descubrir que el agua estaba aún caliente, me confirmaron la intuición. Hoy para cenar he tenido orquídea cocida.

     Así que si seguís mis consejos familiares sobre cómo no llevar una casa, tomad nota: para cultivar una planta, no importa la maceta, la tierra o la paleta, lo que importa es no dejarla metida en una pota. Al menos, no al fuego. 

     PD: se me ocurre que algo así debió suceder cuando inventaron las cocinas solares. Hasta para eso llego tarde, cagoendié, jajajaja.

lunes, 24 de octubre de 2011

Publicidad engañosa

     Esto de que la necesidad agudiza el ingenio no sé si es verdad o no, fíjate que ahora que todos andamos necesitados vamos a dejar el país en manos de quienes nos sentaron las bases para hundirlo, pero como no quiero perder más audiencia no me voy a meter con la derecha porque además, yo soy diestro, y como es lógico a la derecha yo le tengo mucho cariño que es la mano con la que me rasco los huevos cuando me cuadra. O sea, sí, que la derecha es una tocahuevos, y así no puedo ofender a nadie, no?

Como está en gallego, os lo traduzco aunque bien se entiende... " Desde aviones de modelismo para abajo hago 23 cosas más"

     Y no, no va a ser este un post del chichinabo, como dice Christian, sino que estoy alucinando por un anuncio que ví el otro día escrito en un tablón. Fue leerlo y no pude evitar hacerle foto, ahora que estoy recuperando impulso bloguerístico a tiempo parcial. Y es que, a ver, vosotros veis este letrero y, alguien sabe qué venden o compran? o a cambio de qué lo ofrecen? No sé, igual es una estrategia publicitaria, la verdad, a lo mejor la gente le llama sólo para preguntar. Pero además, 23 cosas... 23 cosas que hace! No sé, si por habilidad máxima pone el hacer aviones de modelismo, igual entre sus 23 virtudes se incluye el ducharse o el dormir. Pues ya puestos a ponerse un número podía haber escogido el 69, que es mucho más bonito y más sugerente, como todo el mundo sabe. 

     Total, que yo ahora tengo que buscarme a alguien que limpie mi casa, porque últimamente no tengo tiempo para casi nada y tengo que ahorrar minutos en mi vida, pero claro, a este ser (sea señor o señora, porque tampoco eso identifica) no sé si puedo llamarle o no. Que lo mismo lo contratas para que te limpie la escalera y termina montándote un aeropuerto en la terraza, con eso de que últimamente los aeropuertos surgen por todas partes... 

     Y, ya por último, una última duda para qué sirve un avión de modelismo? En el ejército, para espiar y soltar bombas. Pero, en la vida real? Son la nueva versión de las palomas mensajeras? Seguro que son más eficaces, porque con las palomas ya se sabe, igual llegan a destino o igual ligan por el camino y claro, eso no es seriedad ni son formas. 

Y ahora os dejo una rima 
que ni es copla ni es soneto,
y es que la paloma amiga
es más mito que algo cierto
y si no que se lo digan
a tanto edificio viejo
pues de Venecia hasta Lima
andan los ayuntamientos
cargados de mil problemas
limpiando tanto excremento.

Biccoosss!!!

viernes, 21 de octubre de 2011

Necesito un novio

     Bueno, que nadie se asuste, esto tiene una explicación nada sentimentaloide. Es pura economía vacacionil. 

     Hablaba con una amiga que se va a casar sobre su futuro marido y ella se sentía envejecer al pensar en esos términos, como si sus padres fueran más viejos cuando se casaron (probablemente a nuestras edades hace unos años ella ya habría tenido hijos), pero ya se sabe que ahora todos sufrimos un poco de síndrome de Peter Pan y nos dedicamos a colgar fotos en bolingas por la interné como si no hubiera un mañana... ah, no, que eso sólo lo hago yo.

     Bueno, el caso es que me puse a pensar que, en realidad, eso de casarse no está tan mal. Tengo pensadas varias razones por las que podría estar bien, pero las dos más sensatas que se me ocurren son la de encontrar quien te ayude a limpiar la casa y disfrutar de las vacaciones correspondientes, que en mi caso son quince maravillosos días. Y eso sin pensar en el divorcio exprés, que así puedes tener una quincena extra de vacaciones durante tres años, jajajaja, porque me parece que a partir de la tercera boda se acabó el chollo. 

     Yo siempre bromeo con lo del matrimonio, dada mi dilatada experiencia sentimental -léase con tono irónico-, pero de repente me he dado cuenta que, en un mes o así, igual me mandan el matrimonio al garete, cosas de las elecciones generales si gana el PP (luego no digáis que no os lo avisé!). Así que voy a hacer un casting para encontrar marido en quince días, que en otros quince a ver si encontramos algún ayuntamiento que nos case aunque sea en Cuspidriños de Arriba, como decía un profesor mío, jaja. Se aceptan candidaturas, para lo cual será preciso cumplir los siguientes

REQUISITOS DEL MARIDO PERFECTO:
  • Que no ronque
  • Que no le huelan los pies
  • Que no lo llene todo de pelos (esta condición es la que diferencia hasta ahora mi marido de cualquier otro animal de compañía)
  • Que me haga reir
  • Que sea rico (bueno, igual esto ya es pedir mucho, pero este es mi post y pongo lo que me sale del nabo. Aunque si sólo se mantiene y me puede comprar un capricho de vez en cuando puedo valorarlo)
  • Que sepa llevar una casa: cocinar, lavar, planchar, fregar y limpiar el polvo. Lo del polvo es básico, por supuesto, y eso que soy asexual
  • Que quiera siempre darme masajes en la espalda
  • Que me riegue las plantas
  • Que sea medio daltónico y no proteste porque pongo letras verdes fosforito en mi blog
  • Que haga barbacoas
  • Que vaya al supermercado por mí. Y que sepa arreglar las persianas cuando se atascan
  • Que entienda algo de mecánica del coche
  • Que no se vuelva idiota cuando ponen un partido de fútbol
  • Que no se tire pedos. En su defecto, que sus pedos huelan a perfume y suenen a Tchaicovsky (por pedir...)
  • Que sepa escuchar
  • Que sepa hablar
  • Que sepa (y le guste) leer. No hace falta que sepa cantar que para eso ya valgo yo y no me gusta tener competencia, jajaja
  • Que me quiera y que se deje querer
  • Que no agobie con los celos
  • Que no me ponga los cuernos
  • Que tenga su espacio y deje que yo tenga el mío
  • Que sea listo y use la cabeza de arriba
  • Que también sepa usar bien la de abajo (asexual puede, pero no soy gilipollas)
  • Que haga deporte y pueda ser un modelo de calzoncillos de cara bonita (creo que en el gremio eso debe estar mal visto porque nunca de ninguno se supo que ponga su cara en la caja. Ahora que ya se puede bromear sobre esto, igual trabajaban para la ETA)
  • Que sepa hacer un crucigrama. Pero:
  • Que no sea más listo que yo
  • Que no sea más viejo que yo
  • Que no sea más joven que yo (Si sigo por esta línea voy a restringir demasiado la búsqueda)
  • Que sea una buena persona (qué ingenuo soy a veces, ¿rico y buena persona a la vez?)

     Y, por último, Que esté bueno. Que de todos es sabido que la materialística dicta que cuanto más bueno estés tú, más contento estaré yo. Así que, parafraseando a alguien que ahora mismo no recuerdo, resumiré mis requisitos en el que será el Quinto Axioma de la Materialística:

    "en un hombre busco que sea listo, simpático, inteligente y que tenga un buen cuerpo. Pero si tiene un buen cuerpo puedo olvidarme de todo lo demás"

     En fín, aquí os dejo un enlace para que veáis a lo que llegan algunas demostrando inteligencia a raudales para buscarse marido, y lo que les puede pasar por rubias, digo por tontas, jaja. Así que, hala, ya sabéis, si encontráis alguien así me lo mandais a mi casa, que ya le pago yo el transporte aunque sea contrareembolso. ¡A lo que se llega por un puñado de días de vacaciones!

     Biccoosss!!!

jueves, 20 de octubre de 2011

Soy un asesino en serie

     Y no es ninguna coña. En realidad creo que todos lo hemos sido alguna vez y no solemos pararnos a pensarlo. O ahora me vas a decir que a tí nunca te ha sucedido. El modo típico, chic@ conoce a chic@ (póngasele el sexo que corresponda), charla-coloquio, cervecita/café/cubata o similar, caen las horas como hojas en otoño, una, dos, tres, diez, una mano por la espalda, unos labios por la oreja, un susurro, una palabra, esa mano que se baja, esa otra cosa que sube, y hala, a la nube.

     Pasa un día. Pasan dos. Decides esperar por no resultar agobiante. Piensas que el otro (o la otra) hace igual por idéntico motivo. Una semana, un mes, un año. Cuatro. Y de repente, un día te levantas de la cama y  te preguntas, pero qué le habrá pasado?

     Sucedió algo así de nuevo hace unas tres semanas. Nos conocimos en la playa. Nos tomamos una clara. Unas risas, una charla. No tienes nada que hacer? Vente y paseamos un rato. Hasta mi cama. Hasta mañana. Un beso de despedida. Un mensaje al atardecer por saber si llegas bien. 

     Comprendedme, no era mi intención hacerlo. Simplemente no es bueno conducir cuando se ha dormido poco. Probablemente te estampas en una curva o te abducen los extraterrestres. Seguirán Mulder y Scully al frente de los expedientes X? 

     Biicccoooosssss XD

miércoles, 19 de octubre de 2011

coZina con Zeta

     Segunda edición de la sección de cocina de este vuestro blog predilecto, ya que no lo decís vosotros lo digo yo, jajaja. Cuando el anterior día os expliqué cómo hacer unos mejillones de rechupetete, hubo gente que comentaba por qué no empezar por algo sencillo (¿más?), así que me comprometo hoy a explicar cómo hacer un buen huevo frito, que siempre se dice que es lo más fácil pero luego te invita el novio a cenar a casa y te da una cosa fofa y blanquecina (hablo del huevo frito, claro, si no, chic@, cambia de novio), que más parece gomina que otra cosa, jajaja.

     Pues eso, que aquí me tenéis, dispuesto a salvar vuestra relación de pareja antes de que se hunda en la monotonía del restaurante chino. Lo primero que uno debe hacer antes de cocinar un huevo frito (algún otro día os daré clases del huevo cocido y sus múltiples variedades, que lo dificil no es comérselos si no cocinárselos, jajaja) es conseguir una buena sartén. No, no vale la que usarías para tirársela a tu vecino del quinto que se cree Alfredo Krauss cada vez que se mete en la ducha -que, además, es de pascuas en ramos, muere, pituitaria-. Cómo debe ser una sartén? pues antiadherente. O lo que es lo mismo, que esté más o menos nueva. Un truco que usan los ricos es tener una sartén sólo para huevos fritos, pero eso no parece muy sensato en los tiempos que corren porque entonces tendríamos otra para las tortillas (si hago un post sobre la tortilla será un post "sólo chicas"? Pensaré en ello... ;P), otra para los pimientos de Padrón y, ya puestos, una para los pimientos morrones, otra para los verdes y así un largo etcétera que terminarías con más sartenes que los de Villaarriba y Villaabajo en un anuncio de lavavajillas.

     Bien, que me expando como el universo. Segundo elemento imprescindible es un buen aceite para freir los huevos, que, además, a la hora de cocinar, ha de estar muy caliente. Y no vale la peli porno que el caliente tiene que ser el aceite. He aquí el secreto mejor guardado de los huevofritófobos, cómo hacer un huevo frito con puntilla: Pues eso, aceite supercaliente y dejar el huevo poco tiempo, no sé, un minuto o así debería bastaros si no queréis trocar el huevo en una suela de zapato. 

     La verdad que estoy pensando en huevos nadando en aceite y me pregunto: de dónde salió la expresión de flotar en una balsa de aceite? y eso de que el aceite es sano?. Aunque sea de oliva, jajaja. 

     Si os gusta, es el momento de echarle un poco de sal en la yema, allá vosotros y la tensión arterial. Personalmente prefiero huntar empapar la yema en ketchup que tiene licopeno y además es anticancerígeno (y luego decían que era malo, anda que...).

     Y por último, claro (y yemo! Perdón por el chiste fácil XD), está el huevo en sí. No te recomiendo que uses los propios por mucho valor que le haya que poner a la cocina al principio. Y esto va en cuestión de gustos, y si no preguntadles a los productores, que dejaron de vender huevos blancos porque a la gente les daba mal rollito. Si es que somos unos racistas... De cómo cascarlo mejor no digo nada, porque en esto pasa como con todo, la experiencia es un grado. Y sí, ahora no te las des de santo, que de cómo cascársela bien que sabes, así que con el huevo igual. Y, si no, practica, jajajaja.

     Y con esto termina la lección del día de hoy, que no ha sido nada nutritiva pero espero que al menos os sea útil. Viva la cocina de lo absurdo!

lunes, 17 de octubre de 2011

Premio "en las nubes"



      Christian, el bloguero de apellido irrepetible, está espléndido y nos ha regalado a cinco blogueros un cielo entero para que le respondamos unas cuantas dudas. Y yo, encantado de la vida, me pongo a ello porque además de ser de los primeros, o eso espero, así no me tengo que debanar los sesos (qué querrá decir debanar? Será la palabra prima de rebanar? y de banear????) pensando en qué voy a postearos -esto es un comentario de aditamento en sí mismo, (mira qué culto estoy que sé usar aditamento sin saber siquiera si existe esa palabra, jajaja)- si no que simplemente tengo que responder a un cuestionario breve y de esos con preguntas que todos nos hacemos siempre, como ¿A qué huelen las nubes? ay, no, que eso era de los anuncios de compresas...

¿Un cielo despejado o uno nublado?

Pues depende. Qué gallego soy, no?, joer a veces hasta me asusto yo mismo. Digo que depende, porque si hace calor abrasador prefiero alguna nube que me dé esperanzas de lluvia antes de que mi albahaca la palme achicharrá perdía. Y si hace frío... un poco de solete siempre alegra el corazón (y por consiguiente, la sangre, claro).

¿Qué piensas cuando ves una bandada de pájaros atravesar el cielo?

Pues en que hay una bandada de pájaros volando. Y que probablemente un primo mío ande detrás retorciéndole el pescuezo a algún pato (historia verídica).

¿Te gusta tumbarte a mirar las nubes?
 
Sí, y no. Me gusta tumbarme a mirar, sí, pero a los chicos guapos, jajajaja, sobre todo en la playa que hay que ver qué cuerpos tienen algunos... Claro que, para los feos, como nadie mira...

¿Te consideras una persona "en las nubes"?


Hombre, soy creído pero tanto como para estar en el Olimpo... pero weno, igual con llegar al Teide ya se puede uno considerar "en las nubes", jajaja.Y vivo en un piso alto, supongo que eso también cuenta, no? Lo peor es aguantar a las pesadas de las gaviotas, qué plastas!

¿Eres de los que piden un deseo cuando ven una estrella fugaz?


Si fuera así iba a pedir más bien poco. No he visto nunca ninguna estrella fugaz. Voy a tener que salir más por la noche, jajajaja. .Aunque es peor eso que el ser una fugaz estrella salvo si te llamas Sabrina y tienes unas tetas como calderos de cinco litros.

¿Crees que hay vida en otros planetas?


No albergo la más mínima duda.

¿Te afecta el tiempo?


Claro, imagínate hacer surf con el mar como un plato llano. O meterse con olas que me triplican la altura, jajajaja.

¿Alguna canción que te sugiera ingravidez?

Cómo no, "Defying gravity", del musical Wicked

Bueno, y ahora tendría que enchufársela a cinco (jajajaja, y eso dicho por un asexual es mucho decir, eh!), pero como Christian se lo endosó ya a algunos de mis candidatos, no sé si me vendrán tantos nombres a la cabeza, jajajaja. A ver; Brekiaz porque cada vez postea menos, Pimpf porque ha estado en mi casa en verano y no me enseño el golden member, Gary porque siempre me encanta leer sus posts,  a Roberto T por cambiarse de nombre, y a Frantasma porque me gusta su nick por original. Hala, hasta mañana, que será cuando les avise de sus deberes a estos pobres!


sábado, 15 de octubre de 2011

Termodinámica aplicada al sexo

Así se vería la gata sobre el tejado de Zinc caliente, no?
     Es que yo no sé cómo me arreglo, pero al final todo el mundo me termina contando sus intimidades y hay veces que ya no sé qué decirle a la gente. No es que yo sea cotilla, ni mucho menos, pero se ve que la gente confunde mis orejotas con tener buen oído y no es exactamente lo mismo. El caso es que siempre soy el primero en enterarme de los desamores de los demás. Y de los amores también, claro, pero eso suele traer menos quebraderos de cabeza -menos cuando aún no se ha roto con el futuro ex, que también esa situación he vivido, jajaja-.

     El otro día, sin ir más lejos, una antígua conocida a la que hacía meses que no veía comenzó a contarme sus oscuros secretos con sus ex, se ve que porque no tenía miedo a escandalizarme, es lo que tiene ser menos inexpresivo que una cebolla (y eso significaría en realidad que soy más expresivo que una, no? Qué cosas tiene el idioma!), y tras media hora de conversación, concluyó con una frase lapidaria del estilo "ya tengo asumido que soy una tía candado". Y yo, pensando:

     "Lo bueno de ser un candado sin llave es que hay que ir probando de una en una hasta encontrar la que te encaje"

     Lo cierto es que, si  yo fuera una tía tan bien puesta como esta, y siguiera teniendo mi inteligencia, claro (si no, ya no sería yo, jajajaja) creo que sería más puta que una gallina hasta encontrarme un chico guapo (por supuesto) y listo, lo cual me dejaría en el papel de pendón desorejado para siempre, jajajaja. Afortunadamente no es el caso, aunque esta charla me hizo pensar en la flamante y nueva Cuarta Ley de la Termodinámica (de acrónimo CuLeTe, chúpate esa, jajajajaja), que resulta de aplicación universal a las relaciones sexoafectivas (que hablar de sentimientos siempre son palabras mayores), y que rezaría así:

     "el tiempo que se tarda en abrirse de patas es inversamente proporcional a la calentura interna del cuerpo sometido a estudio"

     Y que, bien pensado, podría constituir mi tercera ley de la materialística, o la materialística aplicada al sexo. En fín, que es sábado, que hoy a todos os tocará abrir las piernas... para cambiarse la ropa interior ¡a ver si ligais de una vez!, jajajaja, que falta hace desindignarse un poco (los indignados de Roma, por cierto, la han montado gorda, esos sí que andan calientes, por no decir los pobres habitantes de El Hierro, que no sé si son Herreños o Herradores, ahora que lo pienso). Por mi parte, seguiré velando vuestros sueños que me estoy terminando un libraco de lo más entretenido y así puedo andar por la casa sin calzoncillos que hace un calor abrasador...

    

jueves, 13 de octubre de 2011

El Mago de Coz

     Anonadado me quedé esta mañana al salir del trabajo. Sí, sí, del trabajo, que alguien tiene que levantar el país pero ya está bien de que sea siempre yo, jajajaja. El caso es que allí volvía yo camino de mi coche, cual caracol arrastrando una dura carga encima reptando por el suelo cuando me encontré con él.



     Un burro, sí señor, un cuadrúpedo con su hocico, sus orejas y sus dos rabos -porque era macho-, pastando alegremente en medio de la acera. Bueno, en un lateral, claro, porque en el medio lo único que podría pastar serían baldosas y eso tiene mucha fibra pero poca sustancia nutritiva, jaja. Por supuesto le hice una foto pensando en que, por un día, no tenía que estrujarme mucho la mollera buscando un tema que postear (como si normalmente me la estrujase, jeje), si no que tendría que estrujármela pensando qué hacía allí aquel burro con su cordelito atado al pescuezo y todo. ¿Sería de algún noble que había vuelto por sus feudos? Entonces me acordé de que por mi tierra gallega la mayor parte de la nobleza terminó en manos de Doña Cayetana Martínez de Irujo y después de ver una foto suya "bailando" sevillanas, creo que no está su cuerpo como para ir montando a un burro, que para montar ya se ha casado, jajaja.

     Luego se me ocurrió que, tal vez, sería de alguien que por ahorrar gasolina haya ido hasta su oficina en burro, pero esa opción la descarté porque no parece muy razonable ir a trabajar apestando a jamelgo y, sobre todo, porque con un pringado que trabaje en festivo llega por metro cuadrado, jajajaja. También es cierto que, aunque la gasolina está disparatada, no tengo muy claro si compensa comprarse por ahora un equino para ir al trabajo, y además, en burro no se puede circular por autopista, eso lo saben hasta los niñitos del África Subsahariana. Claro que, ¿Cómo se multa a un burro? No llevan matrícula, y la verdad, no creo que por la foto del radar sepan identificar el año ni el modelo. Me imagino al señor policía en su centro de control de radares consultando la guía de burros con los modelos de los últimos quince años (¿Cuánto vive un burro?¿Una burrada de años?).

     No sé, todo esto me parece muy extraño. Y mientras pensaba en cómo seguir con mis pesquisas, me dí cuenta de los rastros que dejan los pobres bichos cuando caminan por la acera. Y, recordando el mago de Oz, vino a mi memoria una frase modificada de la que os regalo el copiright: Para encontrar al burro, sigue el camino de boñigas marrones.

     PD: Buscando documentación para este post -para que luego digan que esto se escribe fácil, ja!- me encontré con todo un Manual de Instrucciones para el dueño de un burro en miniatura -sí, sí, como lo lees!- del que, además de dejaros el enlace, os resumo lo más importante, cortesía del traductor simultáneo de Google: El selenio es un mineral considerado, que el cuerpo necesita en pequeñas cantidades  Hala, ahí os queda eso para que aprendais a manejar a vuestros novios cuando los tengais, jajajaja, y hasta la próxima!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Las reZetas de Z

Parece increíble que hasta tenga buena pinta
     Inauguramos con este post la nueva sección culinaria de este blog, que con la constancia que le caracteriza es posible que dure un día o dos, pero ¿quién sabe?, a lo mejor termina siendo tu blog de cocina de referencia. Recetas sencillas y sin fundamento, pero con toda la experiencia adquirida de aquel que alzó el vuelo hace ya unos cuantos años y a base de pasar fame y algún susto culinario (memorable el día en que hice la tortilla de patatas sin sal) ha terminado comiendo, si no bien, al menos sí de manera variada (¡gracias, Frudesa!).

     Iba a comenzar por algo fácil, algo sencillo, algo practicable, un huevo frito o cualquier cosa así (como si hacer un huevo fuera tan fácil, ja!), pero me he puesto a pensar que mañana es festivo nacional in my country -o sea, hoy, dada la hora- y es un día en el que se puede quedar bien con los amigos o con el novio -quien lo tenga (que al fín y al cabo es para lo que sirven, no?, para hacerte comidas y eso...)- dándole una opípara y nutritiva comida como la cena que yo me metí ayer entre pecho y espalda. Fuente inagotable de proteínas y hierro (bueno, inagotable hasta que te llegue el dinero, claro), los mejillones son un bocado no justamente valorado si los comparamos con otros bichos marinos como el percebe, bastante más coñazo a la hora de comer y muchísimo más caro.

     En fín, lo primero es hacerse con unos cuantos mejillones, calculad por ejemplo a kilo o kilo y medio por persona, que suena a una locura pero en cuanto les saques los cascarones no van a quedarte en nada, porque está claro que lo normal es perder mucho cuando uno se desnuda (y eso es bueno, al fín y al cabo va a verte mucha más gente vestida que en pelotas). Limpiadlos un poco pasándolos por agua y, detalle importante, sacadles las barbas que tienen en la curvadura menor de sus conchas, porque eso de que el mejillón y el oso cuanto más peludo más hermoso ha pasado a mejor vida, jaja.

     Mientras tanto, y por eso de economía de tiempo, id poniendo en una olla a hervir una cantidad de agua moderada, algo así como un tercio del fondo de la cacerola. No es necesario que añadais sal porque los mejillones son muy simpáticos y, por tanto, salados, así que ellos solitos se autosazonan. Una vez haya roto a herbir el agua, meted vuestros mejillones en la pota y en un par de minutos desde que vuelva a  hervir podréis sacarlos. Se habrán abierto al vapor y tendréis un liquido blanquecino en la olla donde se han cocido.

     Aquí podéis decidiros entre la vagancia absoluta, esto es, tomarse unos mejillones al vapor tristes y aburridos, o darle un toque picantón, para lo que os recomiendo hacer una salsa con un vaso o dos del líquido de cocción de los mejillones, poniéndo en una sartén un par de cucharadas de harina con una gotita de aceite a dorarse, y una vez dorada la harina, añadiéndole el líquido de la cocción del mejillón -sí, exactamente igual que una bechamel pero sin leche- y una guindilla (cayena, según los entendidos en esto de la cocina) partida en pedacitos. Probad la salsa mientras se reduce y si creéis que os va a quedar sosa, echadle un poco de sal, pero no os lo recomiendo si no queréis beber más agua que tequila bebió Chavela Vargas. También le podeis dar un toque de alegría con un poco de perejil picado o, ya en plan ostentoso, un poco de azafrán.  Una vez se haya reducido algo, echadlo por encima a los mejillones y hala, ¡a disfrutar!

martes, 11 de octubre de 2011

Fiestaaa!

     Bueno, visto el éxito de mis nuevos cambios y el mal gusto que prolifera por mis lectores, he decidido cambiar un par de detalles para hacer más legible mi blog. Digo yo que para cuatro pelagatos que me leéis aún, tendré que haceros cosas, digo caso. Pero luego cuando a Lady Gaga le dé por poner de moda la letra verde fluorescente, que nadie olvide que yo fuí un visionario! Aunque, si os soy sincero, para visionaria la autora de la mitad de los tocados que llevaban las invitadas en la boda a la que fuí el fin de semana pasado. Ha debido aniquilar los gallineros de cincuenta kilómetros a la redonda, porque en las cabezas de aquellas damas había más pluma que en alguno de los pubs que frecuento.
     Y es que esto de las fiestas populares es lo que tiene, que uno se pavonea de lo que tiene y de lo que pretende tener, y entre eso y el alcohol a espuertas todo termina en una orgía de sonrisas y lágrimas -y, a veces, de orgía a secas, pero ese no ha sido el caso, que ya tocaba reivindicar la asexualidad-.La verdad que no sé si vosotros tenéis un pueblo al que ir de fiesta en verano, pero si no lo tenéis es una experiencia que no deberíais perderos. Porque el mundo de las fiestas puebleriles es como un ecosistema completo. 

     Por si acaso, os invito a que revivais conmigo uno de los días de fiesta en el pueblo de mi madre, que últimamente está desconocido porque la autovía le pasa al lado y están todos revolucionados pensando si pedir que les instalen un semáforo, aunque les da miedo a las autoridades concedérselo por si se atasca mucho la circulación cuando crucen las vaquiñas de un prado al otro, carretera nacional por medio. 
     Una de las cosas que encuantras siempre en cualquier fiesta es la panda de los escolióticos, que como su nombre indica tienen la espalda retorcida de tanto apoyar el codo en la barra del bar. Esos, la verdad, no requieren muchos mimos por parte de la Comisión de Fiestas, da lo mismo que lleven a Pepito Pérez que a David Bisbal, son fijos y su único movimiento es el de flexión del codo y apertura de mandíbula. (Vale, también debería añadir el movimiento baja la bragueta y me pongo a mear, porque de lo que se come -o bebe- se cria...). Así que da igual si llegas pronto o tarde, siempre están allí, como estaban cuando nosotros llegamos. La música sonaba mientras con un ojo peleábamos por encontrar un hueco en la barra donde servían empanadas y bollos preñaos, y con el otro intentábamos calcular en qué momento rompería a llover, porque este año el mes de agosto fue tan limpio que todos los días nos duchaba. 

     Una vez agotado el momento vianda, y ya con el combustible relleno, llegó el momento de los epilépticos y termomíxicos, que bailan como si no hubiera un mañana, y les da lo mismo que suene una polca que un himno nacional. Eso sí, cada uno con su ritmo, lo más frecuente es que se acompasen con cadencia de bachata dos-pasitos-derechos-un pasito-izquierdo y así circulen por la pista de baile. En esas estábamos cuando una de mis tías me sacó a bailar, porque sí, en el pueblo de mi madre te sacan a bailar quieras o no, que para cuatro que somos no nos queda otra que hacer bulto, y más ahora que tenemos tanto tráfico rodado. Así que ahí que fuimos, mi tía y servidor a la dura jungla de la pista de baile.

     No recuerdo bien si fue cuando sonaba el "soy minero" o "el emigrante",. pero no puedo olvidar el susto que se reflejaba en la cara de mi tía cuando Maruja, una de las representantes de los termomíxicos, entró en trance. Girando como una peonza se dirigió hacia nosotros, y la pista entera de baile se vió envuelta en una especie de agujero negro que ríete tú de Stephen Hawkin. El resultado: todos por el suelo, medias rotas y peinados trastocados.

     Aunque, si hubo un momento estelar, fue cuando al hijo del panadero (un auténtico bollito, pero no porque esté bueno, sino por lo que engordan) le dio por creerse modelo de calzoncillos y empezó a despelotarse. La gente jaleándolo, lo cual demostró que yo no soy gente sino otra cosa, y el bollito estaba en paños menores en apenas un minuto. Menuda pelambrera. Si un piojo cae en su piel, muere de sobredosis. 

     En fín, podría seguir pero me reservaré otras anécdotas para un día mejor. Porque, realmente, una fiesta de pueblo puede ser muchas cosas. Pero quien vaya a una y no se deje llevar por su magia, no sabe lo que se pierde. O es que, sencillamente, no se sabe divertir.

viernes, 7 de octubre de 2011

Indecentes


Si los billetes fueran así, se guardarían más en el cajón

     Llevo varios días regulín regulán, y no sólo porque Thiago se haya bajado del carro y nos haya dejado a todos comiéndonos los mocos, aunque de eso ya hablaré en su momento. El caso es que desde el martes pasado tengo una celulitis desbocada en mi pierna, que parece que me hayan intentado hacer la cera con agua hirviendo, y eso que estoy sin depilar. Como suscitará muchas dudas esto de la celulitis os diré que no, que no me he puesto a engordar y que la "piel de naranja" de la gente obesa no tiene nada que ver con una celulitis, dado que, etimológicamente, el sufijo "-itis" significa inflamación. Y que yo sepa, tener chichas no es lo mismo que estar con una infección.

     El caso es que llevo desde entonces pensando qué habra sido lo que ha causado este desaguisado en mis hermosas piernas, y creo que ya lo sé. Más o menos por esas fechas fue cuando saltó a la luz el costo del despido de los dirigentes de la caja gallega fusionada, en total -si sumamos los datos conocidos ayer del ex-presidente de Caixa Galicia, que aún preside la obra social y alguna otra cosa más- entre cuatro directivos se han achuchado unos 35 millones de euros, que para hacernos una idea es algo así como el 20% del valor en que el Banco de España ha tasado la totalidad de la entidad.

     O, si lo preferís, es el valor de la inversión en la obra social de 6 años.

     A mí esto de los banqueros me hace una gracia que ni te cuento, porque es cojonudo que juegues con el dinero de otros y que luego, tanto si haces un desastre como si lo haces de puta madre, te llevas un pastón por tu cara bonita. Bueno, eso si al menos fueran bonitos, porque el único que tuvo algo de sex-appeal era Mario Conde y ya ves tú dónde terminaron él y su banco.

     Ahora entiendo mi error de cálculo cuando me sorprendía con la monserga esa de que hay que ligar el salario a la productividad de la empresa. Si estamos todos equivocados. Ligarlo está bien, siempre que sea con estos mismos criterios de inversidad proporcional, que no es una palabra que si no existe debieran inventarse. It means, tú dejas a tu empresa hecha unos zorros (que, como todos sabemos, es una expresión que indica astucia) y ella se desangra para pagarte un pastón. Pero que nadie se confunda. No te pagan por tu éxito, no. Es que te paga por que te vayas.

     En resumen, que yo voy a reconvertir también mi caja de ahorros y la voy a cambiar por el cajón, que no es que sea una entidad más grande, sino el hueco practicable superior del que dispone el pequeño mueble que tengo a mi derecha. Porque, como cajero automático me hará perder el trato humano con el mendigo del de la esquina, pero, al menos, no servirá para pagarle el viaje a las bahamas al chupacuartos de turno.

jueves, 6 de octubre de 2011

Vivir es luchar

Aquí os dejo el original porque no hay nada como lo natural
     O algo así fue lo que pasó por mi cabeza el día en que empecé a maquinar el nuevo look de mi blog, que espero que os guste. A mí, si os sincero, no me termina de convencer, pero lo bueno de esto es que si no te gusta algo, lo cambias y ya está, es lo que tiene el mundo consumista (y aunque suene incoherente, ¡gratis!) aplicado a blogger 

     En realidad la cabecera que voy a poner no va a ser esta, pero me estoy especializando tanto en cabeceras en sepia que se me va a poner cara de calamar, así que he decidido de manera momentánea darle un fogonazo de color, pero la definitiva ando aún rumiando cuál será y, supongo, os terminaré pidiendo opinión. De todos modos, es que ando estos días tan obsesionado con colores y complementos que no os podéis ni imaginar. Y es que este fin de semana, me caso. 

     Bueno, me caso otra vez. Como la Duquesa. Aunque yo, en realidad, sólo voy de invitado. Y en cierto modo, también voy de actuación estelar, porque me han pedido que haga un monólogo. Aunque eso, en realidad, será en una boda que tengo (la tercera del año, quién dijo crisis?) a finales del mes que nos ocupa. Y no os penséis que es tema baladí, porque realmente no sé ni de qué hablar. ¿De las oscuras razones que impelen a la gente a acogerse al matrimonio? ¿Del cómo se conocieron los contrayentes? ¿Del absurdo de estar un mes entero pasando hambre que hacen algunos invitados (sí, podría poner nombres y apellidos) para entrar en unos vestidos comprados en un momento de optimismo descarado, y terminar después hinflándose en el banquete logrando tatuarse las costuras en los michelines? O el mejor de todos... ¿De cómo se pilla in fraganti a la siguiente pareja en casarse en un momento de generosidad amorosa -ello es, dándolo todo- en uno de los cuartos de baño del salón de ceremonias? 

     No sé, no sé qué haré, de momento me limito a dudar si voy de negro y blanco, a lo mafioso, o si me pongo la corbata plateada que tanto me gusta desde que la ví. Claro que eso igual le daría alas a alguno para pensar que me paso al plateadismo, cuando todos sabemos que en realidad, yo soy mucho más del Zetismo ilustrado, Observatorio Gay Granatense  dixit, jajaja.