martes, 8 de noviembre de 2011

monólogo para una boda

     Bueno, pues ya he vuelto. Perdonad que me haya ausentado, pero estoy tan liado que hasta me estoy dejando los piños por el camino. Bueno, para eso tubo también que ver cierto rodillazo jugando al Twister (antes llamado "Enredos") que alguien me azuzó, pero espero que mañana mi primo el dentista me dé sobrada solución sin asesinarme la cartera.

     Así que hoy, con tanto lío, he tenido que dejar de ir al gimnasio para poder ver el debatísimo. Y como Rajoy, que se merecería un post reivindicativo que no haré porque me saldría hiel por la boca, me deja la posibilidad de casarme en un quizás sí o quizás no ya se verá lo que dice el Constitucional, voy a ponerme en situación y, como prometí a cierta amiga hace ya más de tres meses, voy a dejar aquí colgado el que podría ser un monólogo para una boda. 
     
     Porque, vamos a ver... aquí la gente se casa (bueno, los que pueden, claro, que yo como buen gallego sigo sin saber si podré hacerlo o no, eterna escalera vital!), pero lo que nadie me ha sabido responder aún es con qué fín. Hablo de las ceremonias y todo ese rollo, claro, no de papeleos o de futuros hijos, que esos con firmar un papel ya lo tendrían solucionado. Si es que son todo líos y dudas! Empiezas por la propia ceremonia. Civil o milit... religiosa? (en qué estaría yo pensando? Todos sabemos que de equivocarse con algo la religión debería equipararse más al Código Penal, con tanto pecado y tanto castigo divino, jajaja).

     Y claro, además de decidir si pones flores, si te tiran arroz, pétalos o lentejas... porque yo he ido a bodas en que se han tirado hasta garbanzos, y os puedo asegurar que no todo es lo mismo, como -dicen- pasa en las elecciones. Vale, sí, perdonad que ando muy electoral pero es lo que tiene escribir con el debate recién terminado. Pero si es complicado elegir decoración, fotógrafo, música... hay algo que todos los novios temen y ninguno nunca os va a reconocer. 

     Los invitados.

     Sí, sí, tú, y yo, y todos en el universo desde que el mundo es mundo hemos ido alguna vez de invitados a una boda. Pues que sepáis que casi en la mitad de las veces no sois deseados, jajajaja. Porque, a ver, ya no es sólo cuestión de si te invitan o no. Que eso también es un temazo. Invitas a los del trabajo aunque la mitad te caigan mal? Sólo a los que te caen bien y te ganas enemigos más acérrimos? O no invitas a nadie y quedas como el culo? 

     O la familia... invitar a la prima alcohólica o mantenerla escondida en un armario? (ay, en el armario familiar no cabes, primita, que está muy saturado, si tú supieras...). Le das la invitación a aquel amigo que en cuanto toma dos copas se enrolla con lo primero que se le arrima? O peor aún... invitas al que cuando bebe se lía a mamporros con cualquiera? Pues de todo eso he visto yo en bodas ajenas. 

     O, sí, mi favorita, los momentos amorosos que salen de una boda. Porque eso de que de una boda sale otra no sé si es cierto. Pero que a poco que te descuides hay tema que te quemas es una verdad como un piano. Ay, si los baños de los restaurantes hablasen! Aún recuerdo aquella pareja que regresaron con la ropa del revés media hora más tarde de desaparecer al ritmo de la conga de jalisco...

     En fín, una vez decidido el personal, viene la segunda parte. Dónde se hace la fiesta? Y el menú? Que si tienes un amigo alérgico al marisco. Otro al pescado (y ahora que lo pienso, hay alguien alérgico a la carne? noooo a la carne no es alérgico nadie, picarones). ¿Y la música? Uf, qué cruz... norma número uno si te vas a casar. NI POR ASOMO, ni se te ocurra en el mayor de tus delirios dejarle al Dj que deje el micrófono a ningún invitado. Porque el primero igual tarda en pedirlo. Pero una vez que pase el primero... uajajaja, se rompe el dique y hala a nadar!

     O bueno, a taparse del diluvio, según quien cante, claro.

     Total, que por resumir porque no es plan hablaros de la noche de bodas (que si quereis, también tendría tela que cortar...). Uy, sí, la ropa! Esa es otra. Todos queremos ir originales. Lo cual siendo tío es imposible a no ser que termines en pelotas, y créeme, realmente no es agradable ver a los que suelen estar dispuestos a desnudarse. Pero siendo tía es una putada. Buscas, rebuscas y requetebuscas, y total, para qué? Todo en aras de ir en plan exclusivo. Como para gastarte un porrón de cuartos en una tienda de Carolina Herrera. Y que luego resulte que a otra invitada se le ocurra lo mismo en Oviedo y hala, ya estás jodida. O te compran los mismos zapatos. Sí, suena a broma pero todo eso lo he visto yo con mis dos ojitos. 

     Eeeeen fín, que mira, yo, no me caso. Vale, tampoco tengo con quien. Pero, desde luego, si lo piensas bien, con lo complicado que es esto de casarse, esta claro que para hacerlo hay que quererse mucho. Así que, dicho desde la envidia más insana, claro, digo: enhorabuena para los incautos, jajajaja.

16 comentarios:

  1. Oyes Z, que si quieres casarte con alguien porque si, por fastidiar a Rajoy, que yo me caso contigo. Luego ya nos divorciaremos, como hizo la Britney. Nos podemos casar en el Casino de Torrelodones. Vale, vale, no es las Vegas, pero podemos aprovechar que vienes el 18 y nos pilla bien a los dos. Eso si, yo me pido vestido de Elvis. A tí te ha tocado ir de Marilyn. Lo siento, guapo. A Pimpfito le ponemos de dama de honor y a Kotei llevando las arras.

    (Poooor cierto...Te espera un meme-regalo en mi blog)

    Besos y agur

    ResponderEliminar
  2. yo sé q si te casas minimo debe haber una proyección via streaming para verla en directo por estos lares. ¿minimo no?

    ResponderEliminar
  3. jajajja pues yo he pensado que cuando me case , la ceremonia sera lo mas sencilla posible, de preferencia en la sierra, todos descalzos y pisando cesped! No se porque siempre lo imagino asi!

    ResponderEliminar
  4. Si yo me casara sería bajo un kiosko, al aire libre, en plan boda judía (por cierto el kiosko se llama "CHUPPAH"), con la rotura del vaso y todo eso, es que las bodas judías son mucho más simbólicas y tienen más color... ¡No te digo! Y hace tiempo que también se casan homosexuales en las sinagogas judías...

    ResponderEliminar
  5. Eso de asistir a bodas, bautizos y comuniones lo aprendí a detestar desde muy pequeño, los eventos más cutres y horteras inventados jamás, ja, ja, ja...

    bss

    ResponderEliminar
  6. Pero si eres asexual para qué querrías casarte? Jajajajajajajaja, aunque con ese pedazo de monólogo lo mismo te salen muchos pretendientes.

    Besos.

    ResponderEliminar
  7. A mi también me tiene muy preocupado el tema electoral, pero por suerte pude evitar sufrir ese debate... Esperemos a que lleguen tiempos mejores...

    ... Es que mi boda fue muy poco convencional. Un día si me animo os la contaré.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Pues sabes a mi me encanta pensar que hoy, puedes decidir si flores o músicos, o si simplemente haces copia de las llaves, y me asusta pensar que mañana no puedas decidirlo.

    Besos

    ResponderEliminar
  9. Los días que preparé mi boda fueron de esos de olvidar. No discuto con mi esposa, pero aquellos días fueron...

    Y entre los invitados, uno que intentó lanzarse a la piscina del hotel desde la habitación en la 8va planta...Solo que no había piscina... ;D

    Te puedes casar, digo solo por la fiesta. Era la idea cuando me casé

    Saludos

    ResponderEliminar
  10. El hecho de que esté prohibido por estos lados no quita que de repente me ponga a imaginar ese día, pero en otros como hoy lo veo como algo sumamente lejano y eso que tengo con quién. Veremos que nos depara el futuro y qué te depara a ti. CariñoZ.

    ResponderEliminar
  11. Z, bodas? buf , eso queda lejos para mi me da cierto temor, de momento eso de las bodas no va conmigo , Glups!

    Bsos

    ResponderEliminar
  12. Odio que me inviten a bodas, en gran parte porque me obligan a disfrazarme y en mayor parte aún porque tengo que contemporizar con gente que no me atrae.

    Pero boda no es equivalente a fiestorro necesariamente. Nosotros nos casamos en el juzgado vestidos en vaqueros y acompañados por nuestros 4 mejores amigos. No invitamos ni a la familia, fue una boda que, incluidos los novios, reunió sólo a seis personas.

    A pesar de no haberles especificado la fecha, mis cuñados nos esperaron a la entrada para darnos un abrazo y estar presentes. Vestidos como son ellos, nos acompañaron mientras firmábamos y luego se fueron por ahí de tapas porque habían quedado previamente. A la salida fuimos a ver a mi madre para darle un beso y las alianzas se las pedimos prestadas a mis suegros y al volver del viaje de novios subimos al pueblo a devolvérselas.

    No es que no queramos a nuestras familias, igual las queremos más que quienes organizan saraos multiparentesco, sino que queríamos algo minúsculo y discreto y no complicarle la vida a nadie pero principalmente no complicárnosla nosotros.

    De ahí al megasarao con 500 personas, mira si tienes para elegir. Lo puedes hacer incluso a escondidas salvo por los dos testigos que necesitas que firmen, pero estaría bueno que te pusieras el mundo por montera para casarte con un tío con todo el derecho y la felicidad del mundo, jajajaja, y no fueras capaz de saltarte el convencionalismo de tener que invitar a primos segundos que prácticamente no conoces.

    ResponderEliminar
  13. El Da vinci Z, más que utilidad solo es una demostración de vanidad...Ya sabes que los médicos tenemos de eso por montón...

    Puede funcionar en la estación espacial o como el ejemplo que pusé en el del mar, pero solo en situaciones controlables. Una peritonitis seguirá necesitando de una laparotomía o al menos de una pararectal...

    Pero ya sabes, si digo que puedo operar desde 7000 Kms, aumento el coste de la consulta ;D

    Y sí, se nota la cirujano caminado por el hospital...

    Saludos

    ResponderEliminar
  14. Cari, que ganas de hacer difíciles las cosas. Yo en la última boda que he ido he anotado los detalles, por nimios que parezcan. Veamos, a mi mejor amiga le pasó de coincidir con una chica con el mismo traje. Iban las dos monísimas pero tuve que decirle a mi amiga que ella estaba mucho más guapa, claro... hasta que, al final se juntaron, rompieron el hielo y zas... foto posando de las dos vestidas igual. También he anotado lo del micro, y lo de la música, que en esta hubo un poco de todo... no sé... qué cracks... ¿nos casamos chuchi? Aunque sea por ver todo el ritual...

    Bicos Ricos

    ResponderEliminar
  15. Digamos que las bodas en sí son fuente de inspiración sociológica, por aquello de que en unos pocos metros cuadrados se reunen todos los posibles prototipos del género humano y que, para más inri,tienen ganas de llamar la atención. Reconozco casos parecidos a los que cuentas y añado a la ultra-moderna con traje de leopardo, el amigo del recién casado claramente enamorado de él y los consuegros que fingen soportar en un día lo que nunca más soportarán... Un besote.

    ResponderEliminar
  16. Odio las bodas... a ver si Rajoy las deroga todas... jajajaj! Es un gran mal que tiene la humanidad... ¡toda infelicidad empieza por una boda! jajaj! Así es que... por mí, que desaparezca la Seccióm 2ª del Registro Civil.
    Otra cosa es el sobamiento... jajaj!... y si el sobamiento es en esas curvas inguinales... ¡ni bodas ni leches!... yo con eso, feliz eternamente! jajaj!

    Besos, anda!!! guapetón!

    ResponderEliminar