martes, 19 de abril de 2011

Esquiando (o qué duro es besar el suelo), primera parte

     Ahora que estamos en las vacaciones de Semana Santa y que la gente se dedica a atascarse durante horas en un coche camino de algún centro comercial recientemente inaugurado, es momento de plantearse una escapada a cualquier otro lugar apartado de la ciudad, respirar aire puro, y desconectar un poco de la rutina diaria. Bueno, eso si no tienes que trabajar hasta el viernes, como es mi caso, que la hipoteca no se paga sola y como total somos aún jóvenes hay que ir preparando un féretro de oro para nuestro funeral.

     Porque hay que ver la afición que tiene la gente por irse de viaje a los sitios más insospechados. A cada cual más variopinto. Y sin complejos, oiga, que hasta el más fondón se cree un atleta de élite y se pone a hacer el mono enfundado en unas mallas, como si de un triatleta se tratase. Claro que luego pasa lo que pasa.

Porque mira que hay muñecos de nieve monos
     Viene todo esto a colación de la afición por los viajes a la nieve y a esquiar que se estila tanto por esta época. Algo que, personalmente, no entiendo. Lo más bonito de la nieve me parece que son las tres primeras horas después de una nevada, cuando puedes hacer un muñeco de nieve antes de que todo se llene de barro y las aceras se vuelvan impracticables. Y hacerse una foto para una postal en Navidad. Y tomarse un Colacao desde el salón de casa.

     Pero para de contar. No sé si os ha cuadrado ver muchas nevadas. O sufrirlas, quiero decir. Pero a mí lo primero que me llamó la atención, cuando en tiempos vivía en sitios de nevadas, era lo incómodo que resultaba respirar. Porque claro, la lluvia cae a plomo, y siendo gallego uno casi nace con un paraguas en la mano y ya tiene casi escamas en la piel. Pero en el caso de la nieve, tan planita ella, tan aerodinámica, tan ligera, se mete por donde le da la real gana. Y cuando respiras, la real gana es por tus fauces. Así que no hay paraguas que te sirva de parapeto. Y esnifar nieve (nieve de la de verdad, no de la otra que eso es de idiotas en mi opinión, pero allá cada cual con sus cadacualadas) es un coñazo. Y no os quiero hablar de lo que es esquiar... porque esquiar, lo que se dice esquiar, lo he intentado una sóla vez en mi vida, y creo que ha sido suficiente.

     Todo empezó con una feliz idea de mis padres, hace de esto muchos años. Como éramos pobres (no es que ahora seamos ricos, pero vaya) y vivimos en Galicia, donde llueve más que nieva, no teníamos opción de ir a una estación de potosí a ver la nieve, así que un fin de semana que nevó mucho fuimos a la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda, que es la única de la comunidad autónoma y que debe tener medio kilómetro de pista siendo generoso. Y si en Galicia nos caracterizamos por algo, es por nuestras buenas comunicaciones. Sobre todo hace unos años, así que nos perdimos. Terminamos en Manzaneda, que es el pueblo que hay cerca de la estación, pero no es lo mismo ir a Barajas ayuntamiento que a Barajas aeropuerto, para que os hagáis una idea. Así que le preguntamos a un señor que, muy amablemente, nos explicó en un idioma que nadie entendió (y eso que todos somos galegofalantes!) lo que teníamos que hacer. Que si ir a la direita o a la esquerda o de frente, el caso es que una hora y media más tarde llegamos a nuestra "casa rural". Fuimos a cenar al único bar del pueblo, donde nos enteramos de que en realidad, la "casa rural" era la funeraria del pueblo, que en la planta de arriba tenía una vivienda en la que nadie quería vivir y la alquilaban por habitaciones para los pobres incautos de ciudad. Aunque eso hubo de ser mantenido en secreto entre mi padre y yo, porque sino ni mi hermanito ni mi madre hubieran dormido tranquilos.

     Y así pasamos la noche, yo, pobre estudiante de tercero de ESO, pensando en los cadavéricos vecinos que aguardaban por recibir tierra una planta más abajo, mientras la emoción de ir a conocer la nieve le restaba horas al sueño que no conseguía conciliar. Al fín, a la mañana siguiente, fuimos a la estación de esquí, por llamarla de alguna manera.

     Pero estoy pensando que tengo tantas anécdotas para contar de ese día que mejor termino mañana. Así que hala, ahí os dejo que tengo mucho trabajo.

22 comentarios:

  1. Del esquí lo único que me gusta es el campeonato de saltos del 1 de enero y ver gente deslizarse en una sola tabla. Lo demás... nada de nada.

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  2. jajajajaja, eso es porque aún no leíste la entrada que seguirá a esta... Stulti, a partir de aquel día yo también preferí las escaleras a los telesillas, jajaja.

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  3. Aquí cuando cae la nieve en lo alto o los bajos del Teide, la peña sube como loca; por lo que a mí respecta vista una vez, vista ya todas xD

    Dicen que por ahí arriba están rodando la segunda parte de furia de titanes; que no entiendo yo quién habrá pedido, o espera, una segunda parte.

    Estoy siempre con las partes en la boca, zeta jajajaja; yo, yo antes no era así xD

    Ah, una amiga se va a Praga; es la misma que en verano se fue a India... a mí que me lo expliquen jajajaa... India, por favor... pero mejor me callo, no vayas a tener un seguidor hindú y qué horror que me tiraran al Ganges xD

    Que por otra parte nosotros porque vivios en una casa terrera, Zeta, pero...a mí me da que en edificios se vive casi siempre rodeado de muertos :p

    Besos

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  4. AntWaters, cada vez me gustan más tus comentarios, aunque cada vez entienda menos su línea argumental, jajajajaja.

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  5. oooooooooooh esto es como coitus interruptus!!!! justo en lo mejor! lo cortas!!! jajajaja

    Yo una vez dormi en una camilla donde colocan a los muertos!! Y casi muero ahogado... pero el resto te lo cuento luego! jajaja (pa' que sientas lo que yo jejejejeje)

    Aun recuerdo la primera vez que vi la nieve!! justo ese dia me castigaron! por desmayar a mi hermana!! jejeje (la bola de nieve era muy compacta!)

    espero nos cuentes el resto! yo me siento a esperar! un enorme abrazo!! :)

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  6. Frío por todas partes... por fuera, el tiempo y la nieve, por dentro, tus miedos interiores ante la inminente hostia esquiadora, arriba el frío de la noche, abajo el frío de los muertos... y tu hermano... ¿Compartíais la cama? ¿Tenía los pies helados? Es para concluir diciendo si también tenías frío por lo lados, que es lo que me falta para circundante de frío...

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  7. Ala, ya me doy por aludido.... eso de que cualquiera se pone unas mallas y se cree atleta y luego pasa lo que pasa.... ejem. Oie, que yo de atleta poco... jajaja, que yo lo hago por ver a mi Darío... nada más...

    Bueno, que sepas, que yo soy un fans incondicional de la nieve, como nunca he esquiado, ni he ido a ningún sitio de esos para esquiar... pues... la poca que he visto en MAdrid, o de camino a Madrid a mi me super encanta.

    bicos Ricos

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  8. A mí la nieve me encanta, es lo que más echo de menos de Segovia: esas nevadas que son más o menos copiosas según el año, aunque luego cuando la nieve se ensucia y se pone gris es una mierda.

    Además, y lo bonito que es contemplar la nieve desde la ventana/terraza/balcón/mirador/a-gusto-del-consumidor del salón con una taza de chocolate en las manos...

    Besos.

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  9. Qué razón tienes, y además lo monísmos que quedan algunos, realmente embutidos en sus monos.
    Quedo a la espera de la segunda entrega de esta aventura a la nieve :)

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  10. Vivía en Reino Unido cuando vi la primera nevada en serio. En Venezuela salvo en la alta montaña, na' de na'.

    No me he fijado en eso de esnifar la nieve. En la última nevada en Madrid, mis hijos salieron a que les cayera en la lengua ;D.

    Aunque viéndolo bien si puede ser que se meta por no quepa...la nieve digo.

    Saludos Z.

    En cuanto a lo del post, imagino que le dieron el zumo de limón a los que empezaban los síntomas. Los que ya vomitaban negro....ya sabes.

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  11. Todos los años la gente hace lo mismo. ¿Desconectar en Semana Santa? Mejor desconectar todos los días. O mejor aún, no conectarse ya. Es una buena manera de evitarse atascos.

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  12. Hola mi Z, pues vaya vaya con que esquiando como los buenos, yo soy una negada de esto, lo mas cerca que estuve fue de pequeña en un trineo, que por temeraria me tire por donde mas pendiente había y termine con mi cara contra una valla, jejeje
    (joder que daño me hice por favor)
    Esa imagen de los muñecos de nieve,. pues si que son monos si, hasta ellos se lo pasan mejor que y ¬¬
    Muchos besos cariño y estaré a la espera de la parte II

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  13. A mi me encanta el esqui. La sensación de deslizarse es inigualable, aunque este año ni me he estrenado.

    ¿Qué mejor hotel que una funeraria? Los vecinos no meten ruidos y hay una juerga de muerte ;)

    Un beso (macabro)

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  14. FLojiiiin jajajaja, oye re100 que miro detenidamente la imagen me doy cuenta de su gracia jajajajaja, hay Z, Z, en fin
    bsos grandes

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  15. Yo con lo del esquí tengo una espinita clavada. La única vez que en mi instituto se organizó una semana blanca, mis padres me castigaron y me quedé sin ir, pero algún día aprenderé.

    A ver si ahora que estoy en Madrid y tenemos el Xanadú ese con nieve todo el año, me animo a apuntarme a algún curso.

    Un beso!!

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  16. jajajajaja yo es que me mondo contigo, pero cómo que la casa rural era el piso de arriba de una funeraria?? jajajaja. Vamos y vamos, mira que a mi me han pasado cosas raras pero lo tuyo lo supera, lo tuyo es pintoresco jajaja. Y qué? el insomnio te dio por hacer muñequitos de nieve?

    Besossss, tolo!!!

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  17. Del esquí no me gustan ni las colas ni las aglomeraciones, así que desde hace muchos años prefiero andar con raquetas. Es menos emocionante pero tiene muchas ventajas: disfrutas igualmente de paisajes increíbles y llegas a lugares que parece mentira que sean accesibles para cualquiera; para usarlas no se necesitan apenas conocimientos técnicos y la misma coordinación que para andar; vas tú solo por dónde te apetece.

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  18. Ay, lo que me he reido mi querido Z... Lo de la nieve, recuerdo los eternos días que teníamos que "shovel the snow" para poder ¡salir de casa! en Toronto. Ya la tengo muy vista, queridiño y si puede ser NO la quiero ver más. Sí, es muy bonita, muy blanca y todo eso pero luego, admitámoslo, se convierte en un fango (slush) insoportable cuando no se hiela directamente y te pegas la gran h....a (es que no digo palabrotas...) y te rompes la crisma. Nada, nada, como en casa en ningun sitio, cariñín. Besotes, M.

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  19. Hoy, que tengo tiempo pues no trabajo, me he leido tus tropecientos (bueno, tres...) posts atrasados: la del surf (muy bueno) el del blue de la informática (me he quedado a cuadros) y la del yogurt con fresas (ya no me acuerdo, solo sé que al final del post te tomaste el mencionado yogurt...) Eres demasiado prolífico para seguirte, cariñín. En verdad ¿trabajas, o escribes posts? Besotes, M.

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  20. No creo que nunca se me haya metido la nieve por la narices y me ha nevado encima unas cuantas veces... Aunque tienes razón, lo bonito es ver nevar y la nieve nueva, pero con el tiempo acabas del frío y de la nieve hasta los mismísimos y cuando se deshace el barro y el hielo son un peligro...

    Un abrazo.

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