Bulería, bulería

     Alucinado. Y un poco sorprendido.

     Asustado. Y un poco abrumado.

     Acojonado. Pero a la vez me he reído mucho.

     Y os diréis que de qué coño hablo. Normal. No sé si recordáis que en cierto post previo, respondiendo a un meme, os comenté que había grabado en una ocasión un single. Single del que, por cierto, nunca más había sabido. Hasta ayer.

     Porque ayer estaba yo plantando un pino cuando recibí una llamada de un teléfono fijo, et voilá, mi productor (bueno, el de mi single, porque a mí me produjeron en todo caso mis padres) hizo acto de presencia telefónica para comunicarme que no me había llamado antes porque no sé qué se le jodió en la mesa de mezclas. Pero ya lo ha solucionado.

     Tal vez debería comenzar esta historia por el principio. Porque tiene su enjundia. A mi buen productor lo conocí por -ejem- el Badoo. Y no, mis queridos amigos y algún enemigo infiltrado, no me lo tiré. De hecho, el Badoo a mí no me ha servido para conocer a nadie más que a este tío que, además, es heterosexual. Lo de mi cuenta en Badoo fue todo una feliz idea de una amiga que andaba de pendón desorejado por la ciudad (y parte del extranjero) y que prometía sexo sin límites y facilidad pasmosa para conocer gente y blableblibloblu. Todo mentira, pero hete aquí (qué expresión tan rara de escribir, esto del "hete", y más en el blog de un gay) que pululando por su web, el menda, uséase, yo, encontró un perfil que ponía algo como "soy productor y compositor y busco a gente que quiera cantar". Y ahí que me lancé y le escribí, y ahí que me leyó y respondió, y ahí que quedamos un día y me dijo "ésta es la melodía, ésta es la letra", y ahí que en una hora estaba grabado. Y sin sexo, eh, que ya tiene mérito y sino que le pregunten a Leticia Sabater cómo hizo ella para grabar aquello del "Leti rap".

     Todo esto pasó hace meses. Y ya me había olvidado del asunto, porque en realidad yo presté mi voz a una canción que no es mía y poco más. O alguien sabe quién cantaba el himno de Barrio Sésamo? Pues lo mismo (que hasta tienen un aire y todo, jajajaja)..

     Hasta ayer, claro.

     Porque ayer, como decía, me llamó de nuevo. Y me dijo que ya estaba todo listo. Que el single había quedado mejor de lo que esperaba. Que le ha puesto unos violines y todo. Que me va a pasar un enlace con la versión definitiva. Y con la versión corta que va a sonar en la radio (en este punto mi cara empezó a poner expresión ojiplática, pero me mantuve a la escucha). Y con los remixes que han hecho varios DJ´s para la discográfica (y aquí de ojiplático no pasé porque de esto ya me había hablado al grabarlo). Y con la carátula del CD (y aquí me convertí en ojivajíllico completo). Y, agárrate los machos, que teníamos que quedar en unas semanas porque la discográfica había decidido grabar un videoclip (ojicristálico), que ya quedaríamos con el guitarrista para grabar los exteriores y que el resto del videoclip va a ser en una discoteca y que tendremos que hacer una actuación y tal (y aquí infarté).

     "¿Cómo... en directo?"

     "No, no hace falta, al ser un videoclip el sonido irá en playback"

     Yo claro, como me tomaba esto un poco de chufla, me daba todo igual. Antes. Pero, en fín, uno tiene un prestigio de clásica del ambiente y de estirado, de materialista y clasista, de diva y superficial, y todo eso se pone en juego en el momento en que alguien pueda poner cara a la voz que suena en ese single del que ninguno habrá oído hablar aún (y que así sea por largo tiempo).

     Porque yo bromeo con lo de querer triunfar en Eurovisión, pero no quiero ser recordado como la versión masculina (y, si es posible, más marica) del "No cambié, no cambié" de aquella "artista" antes conocida como Tamara la mala - aka Yurena. E intuyo que la calidad del videoclip se pueda asemejar a cualquier video de "Crónicas Marcianas" en el que nos deleitaba Leonardo Dantés con su "Baile del pañuelo". O peor aún, lo más parecido igual termina siendo Carmen de Mairena con su versión del "Baile de los gorilas", que aquí por lo que se ve hay mucho baile. O, tierra, fagocítame, Justin Bieber!

     Así que aquí me hayo, en la duda existencial de si ir o huir. De momento, Have a Nice Day no hace más que decir que todo es muy divertido y que a ver si puedo colarla en la grabación. Pero yo, que soy el sensato por una vez, veo peligrar mi poco sentido del ridículo.

     Todo ello por no hablar de cómo coño haré para contar esto en casa. Porque tendré que decírselo a la gente, que ya tendría coña que un día haciendo zapping mis padres, mi hermano, o mis primos me encontrasen haciendo el monas en los 40tv. Y mis amigos? Igual lo suelto en el San Juan, que estando todos borrachos lo mismo se les olvida.

     ¿Y vosotros, qué opináis? Aunque davichini en un comentario previo me lo dejó muy claro cuando dijo de mí que era como Ally McBeal en versión masculina. Y encima no podré quejarme de que estos embrollos no me los busco yo.