Hoy ha sido el primer cumpleaños de la historia de mi humanidad (pendientes de saber si alguna vez he sido otra cosa que no fuera humano) en que he tenido que trabajar hasta dejarme las pestañas. Esto de meterse a profesor es un poco rollo si además ya te salía el trabajo por las orejas, pero tiene su diversión. Y cumplir años trabajando es otro malrollismo que te cagas pero también tiene su gracia. El caso es que a media mañana me llegó una carta de mi empresa aunque sin el membrete y escrita a mano. Al abrirla empezó a sonar una sirena de bomberos y cuando la leí me dibujé una sonrisa mientras se me difuminaba la ilusión de ver a los bomberos en plena faena (que por cierto vaya regalazo el de mis amigos que además de mis mil muebles me regalaron uno de los calendarios de bomberos que yo tan hábilmente publicité aquí). La tarjetita sonora ponía algo del estilo "apaga pronto las velas que con tanto fuego van a venir los bomberos". Un poco de recochineo, pero como sigo siendo el más joven de mi trabajo, de momento lo llevo con mucha alegría, jijiji.
Una compañera pretendió tirarme de las orejas cuando yo iba por ahí repartiendo bombones (hay que hacerse querer), menos mal que la logrué convencer de que si todo el mundo me tirase treintaydos veces de ellas a estas horas deberían llamarme Dumbo. Después de comer me metí tres segundos para revisar mis blogs favoritos y, plof, en pleno cantón oscuro me encuentro un post para felicitarme mi cumpleaños, nada menos! Así que me quedé más contento que unas castañuelas :). Y mi queridérrimo Thiago me felicitó también! Si es que no quepo en mí de gozo!
El caso es que cuando subí a dar mi curso, mis alumnillos se pusieron a cantarme el cumpleaños feliz, aunque ya me lo había cantando previamente Tina Turner gracias al detalle que Have a nive day me envió por el facebook :). Al final terminé saliendo del curro a las nueve y media de la noche, a las diez y diez estaba entrando corriendo en la sala de pesas y a las once salí corriendo de nuevo para que no me asesinasen. Después de una ducha a la velocidad de la luz, fuí a cenar con mis padres, y encendí, por fín, mi móvil, porque durante todo el día no lo he podido atender. Ahora debo catorce mensajes y llamadas a ocho números de teléfono. Mañana Orange se hará (más) de oro gracias a mí. Pero yo estoy feliz de que haya tanta gente que se acuerde de mi cumple. Pero por si acaso, gracias a todos los que me habéis felicitado!
Aunque por si acaso seguiré publicitando mis cumpleaños por todos los medios precisos para que nadie se olvide si no es queriendo, jajajajaja.
^^
ResponderEliminarAsí que ya estamos de tardes??? habrá que surfear de mañanas!!!!!!! anda vente!!!!!!!
noooo ayer curré hasta las diez menos veinte pero desde las ocho y media de la mañana, es que cuando tengo que dar clases...
ResponderEliminarEn cuanto a lo de surfear, a partir de enero, cuenta con ello :)