Un post de rechupete con el tema de la muerte

     Recién revisados tengo los blogs que yo más frecuento, y en alguno me he encontrado un tema muy poco usado. Digo alguno por discreto, porque era el Blog que Thiago, y por cierto me hago el reto de hacer este post en verso, que aunque no esté bien rimado, queda más apañado. 

     Dicho esto y con ahínco me pongo a hablar de lo mío, que es en este caso nuestro, porque voy a hablar de muertos. En Galicia, donde vivo, es de siempre un tema oscuro, respetados y temidos, a nadie le gusta mucho hablar de los cementerios, por ser el tema funesto. Sin embargo y a la vez, pocos son los que olvidan la fecha de un cabodeaño o limpiar nichos y tumbas cuando el Samaín se acerca. Digo lo del Samaín porque, aunque ahora lo han puesto en boga, precede en el tiempo, y mucho, al famoso Halloween. Y por cierto, poco ví que supere en llamativo un camposanto adornado en la noche de difuntos. Pasad al atardecer, cuando la noche despierta, por sus calles y cunetas, y veréis flores y velas por el medio de las verjas. De encarnado los cirios bailan al ritmo de la tormenta, y por acá y por acullá orarán algunas viejas. Es todo tal vez teatral, como un videoclip antíguo, que recuerda a Michael Jackson y a Madonna en 2x1 mexclando con "Like a Prayer" el "Thriller" en un conjunto.

     Y si cementerios hay, uno sin duda resalto, el de Luarca, allá en lo alto, camino del cielo azul, sobre una pendiente puesto, mirando al poniente al frente, y hacia abajo, viendo el puerto. Sus tumbas de blanco mármol, su paz y sosiego sientes, mientras aprietas los dientes si te entra un poco el canguelo. Hay allá ilustres muertos, como un Nóbel español, que de ciencias es sabido que nadie nace aprendido ni vivirá para siempre. Dos fotos del sitio os dejo aquí puestas y, por cierto, si lo vais a visitar, no os olvidéis de avisar.

     Y hasta aquí llega mi rima, mientras tanto, me pregunto, qué es lo que a Thiago me liga, que parezco un subconjunto, o si acaso, una franquicia? Pero seguirá este post, pues me viene a la memoria una cierta situación en que por vez primera viví en un cementerio un momento de gran shock. Se me acaba la paciencia  aunque os la quiero contar, así que para leer más, del salto tendrás que pasar, pero ADVIERTO!: yo me temo que puedo, tal vez sin quererlo, herir tu sensibilidad, así que si lo haces, que sea bajo tu responsabilidad.

     Pues eso, que se me acabó la paciencia y las ganas de rimar, aunque ahora que estoy con ese chip no sé si podré parar. El caso es que recuerdo cierto día en Boisaca, el cementerio de Santiago (el antíguo era Bonabal) cuando para unas prácticas nos mandaron a buscar los huesos de algún difunto que nadie hubiera ido a reclamar. Recuerdo que fue aquello lo más parecido a un capítulo de expediente X que yo viví hasta entonces -aunque luego me he ido superando con los mesesdigamosaños- y es que la verdad que lo de sacar los pedacitos de huesos de aquella pila de restos sin ton ni son fue de lo más traumático que recuerdo. Pero si hay una imagen que tengo en la cabeza es la de mi amiga a la que llamaremos Scully buscando medias y calcetines porque, al darles la vuelta, sacaba toda la osamenta de una pierna de una pieza. En fín si es que con situaciones así... cómo iba yo a salir medio normal?

     Y eso por no hablar del proceso de limpiar unos huesos, que mis abuelas (bueno, mi tía-abuela y mi abuela, pero mis abuelas al fín y al cabo) debieron estar riéndose de mí durante semanas... o rezando oraciones por salvar mi alma desde entonces! (y que sigan porque si ellas supieran...)