Recopilando

     En mi post de ayer os hablaba de Ally McBeal, esa serie visualmente tan original y que era tan romántico-pastelera si nos referimos a su banda sonora y sus guiones, que también tenían tela. El caso es que no puedo evitar acordarme de sus actores que, como también dije ayer, eran como para poner un mercadillo de carne al peso, pero sin duda uno de sus personajes más entrañables y en absoluto para hincar el diente era el de John Cage, interpretado magistralmente por Peter MacNicol (sí, algunos lo recordaréis por su papel en cazafantasmas 2, otros por la más actual Numb3rs). Que, por cierto y para quien siga Anatomía de Grey, va a aparecer en principio por un par de capítulos en la séptima temporada de la serie interpretando a un tal Dr. Stark, pediatra para más señas. Y digo yo que a ver con quién se lía porque en esa serie hay más mazapán que en las mesas donde cenaremos mañana tod@s.

     El bueno de John Cage, en un capítulo, reflexionaba sobre el fín de año y recordaba que su madre una vez le había dicho que, si al terminar un año no terminaba recordándolo con unas sonrisas o unas lágrimas, era un año que en realidad no había vivido. Así que voy a recapitular mi año en términos de eficiencia por ver qué hice de útil:

1- Sexo: Bien, teniendo en cuenta que hace meses que no mojo, supongo que eso es a la vida sexual lo que una guindilla (pimienta de cayena) a un colirio, o sea, que como valle de lágrimas que ha sido, voy bien, muy bien.

2- Amor: Si en el sexo no me he comido un colín desde haces meses, en el amor me remonto a décadas y por suponer que en una vida anterior he tenido más fortuna. Otro éxito lacrimógeno. A este paso no podré encontra al bombero torero que me apague el fuego que me arde dentro.

3- Trabajo: Al menos lo tengo, no puedo quejarme. De hecho, me sale por las orejas, aunque eso sí, cobro menos, mucho menos de lo que cobraba el año pasado. No sé si alegrarme o cabrearme, pero no me deja indiferente.

4- Salud: Afortunadamente, de hierro (será gracias a los Smacks de Kellog´s). Cero operaciones quirúrgicas, lo cual me aleja de mi objetivo de parecerme a Brad Pitt pero al menos me consuela que no terminaré como Jocelyn Wildenstein (y eso es un gran, gran, gran consuelo).

5- Físico: Como el año pasado, y el anterior, y el anterior, sigo yendo al gimnasio para tener cuerpo de bombero y sigo estando igual de cerca de conseguirlo. Mi objetivo de parecerme a Brad Pitt continúa siendo una nebulosa en el horizonte.

6- Dinero: Teniendo en cuenta que le voy a estar pagando al banco hipoteca hasta desde el cementerio, da un poco de vértigo pensar en ello. Así que no voy a pensar que es algo que se me da muy bien (pensar no, no pensar, y conste en acta que soy consciente de que esta frase queda bastante confusa). Con lo feliz que habría sido yo casándome con alguien que me mantuviera! (no sé, Brad Pitt, por ejemplo. Vaya, empiezo a pensar que me obsesiona un poco ese hombre lo cual demuestra mi primera afirmación de que pensar no me viene bien).

7- Amistad: En algo voy genial, y es que tengo muchos amigos aunque algunos los vea muy de cuando en vez porque tienen a bien irse a vivir a las Kimbambas. 

8- Viajes: Este año no he viajado nada porque con tanto trabajo no he tenido tiempo. Me merezco unas estupendas vacaciones en las Seychelles que son unas estupendas islas que no tengo ni idea de donde están.

9- Surf: Pretender aprender a surfear a mi edad era un suicidio como se demostró cuando mi amiga y yo nos rompimos los inventos y ella un dedo (le tocó la peor parte, la verdad). Pero en ello seguiremos, a ver cuánto tardamos en cargarnos otra parte de nuestra anatomía.

     Llamadme exagerado, pero estoy llegando a la conclusión que el año no ha ido del todo mal, y que tengo una cierta obsesión por Brad Pitt, los bomberos y viajar a un lugar paradisíaco. ¿Los bomberos de Seychelles irán al trabajo en bañador?