El Nacimiento

Bueno, pues aquí estamos. Aprovechando la época navideña, y pese a que soy yo poco de seguir tradiciones porque sí, voy a empezar este proyecto de blog, que veremos lo que me dura.

Y no veas qué cristo para empezar con él... Lo primero, escoger el nombre. Pensé en llamarle el contrablog, pero alguien me lo ha quitado. Así que como llevo años siendo Z en algún blog que parasito, y pese a que otros ya me han pisado el nombre, dado que el "otro" blog de Z no tiene entrada ninguna y está hecho desde mayo de 2010, pues hala, aquí me tenéis a mí empezando con esto.

¿Y por qué Z? Soy la Z porque siempre llego tarde, pero llego. Z porque soy zarrapastroso en ocasiones, zalamero en otras, muchas veces zafio y si es preciso también un poco zorra. Zeta porque es la letra del sueño, y siempre he sido un soñador porque los sueños nos hacen grandes. Y quitándole todo el romanticismo, porque una vez alguien se equivocó escribiendo mi verdadero nombre y poniendo una Z donde no correspondía. Vamos, como a la Alteza Real, pero en plan plebeyo.

¿Quién es Z? Pues Z es un chaval (a veces, me temo, soy demasiado generoso) de una ciudad de tamaño medio (confirmo que, a veces, soy demasiado generoso, jejeje), que está harto de aburrirse en casa parasitando blogs ajenos y ha decidido montarse uno propio. Para más inri, y pese a que no me gusta nada eso de las clasificaciones, soy gay. Soltero, treintañero, currante y deportista a tiempo parcial (cada vez más, dicho sea de paso). En fín, nada del otro mundo.

Así que de qué va a ir este blog? En realidad el objetivo número uno era conocer a Sakis Rouvas y a Thiago el de El blog que Thiago , que me dan un morbo que lo flipas. Pero como eso no tiene ni pies ni cabeza, hablaré de todo un poco. Por supuesto, de mi mundo. Y ser gay ocupa una parte importante de mi mundo, pero no sólo. Hablaré de lo que me plazca, que para eso es mi blog. Y de lo que no me plazca, que protestar es algo que se me da muy bien. El día en que alguien lo lea, que no espere encontrar la solución a ningún enigma ni milagros de vida social. De hecho, conociendo mi carácter, probablemente me dedique a roñar sin parar. Siempre he sido muy quejica, y digo quejica porque no se me ocurre ningún adjetivo similar que empiece por Z.


Y bueno, por ahora lo dejo, que para ser un ignorante completo de esto de cómo hacer un blog bastante milagro he hecho ya. Además, están en gran hermano con un luchador de Sumo haciendo el tonto y no quiero perderme cuando Mercedes Milá termine cayéndose imitándolo. De momento, medio vestido se le ha ido a tomar viento. Y por cierto, y para que conste, qué guapa está con el pelo corto (y lo digo completamente en serio).