¿A quiénes invitaríais de entre todas las personas que os odian para conseguir que os asesinasen? De esa premisa parte el argumento que, con diestra mano, nos presenta Carmen Posadas en la última novela que le he leído. Digo última porque me da más caché, pero en realidad, para qué engañarnos, es la primera de esta mujer que termino de leerme (la otra era "Pequeñas infamias" pero me pilló en verano y, la verdad, no la tomé con demasiado cariño así que no la terminé). Debo reconocer que la ínclita autora no me cae demasiado bien, porque me da la sensación de que pertenecemos a mundos completamente opuestos, pero a lo mejor me he dejado llevar demasiado pronto por mis prejuicios, porque lo cierto es que esta novelita de poco más de trescientas páginas se lee de un tirón y además, tiene ese maravilloso (y tan escasísimo) don de dibujarte en más de una ocasión alguna sonrisa y, para mi grata sorpresa, incluso alguna carcajada.
De hecho, esta novela que he empezado hace apenas semana y media me la he terminado hoy mismo, lo cual tiene su mérito teniendo en cuenta que estamos en Carnaval y que hace dos días apenas iba por la página cientodiez. Por todo ello y porque hacía mucho tiempo que no caía en mis ávidas manos un escrito que realmente me quitase de otros vicios, merece hacer una entrada en este modesto espacio y se convierte de este modo en el primer libro que os recomiendo, aunque no vaya a ser (espero) el último.
Ya, ya sé que esto os importa menos que mis juergas carnavalescas, pero lamento informaros que no ha habido sujetos extraños no identificados -tampoco de los identificados, que conste- en mi lecho (ni en otros rincones de mi hogar) ni yo he estado en hogares o lechos ajenos. Lo que sí me tiene mosqueado es el último mensaje que a mi blog ha llegado, de un sujeto -este sí- sin identificar, y que encima me ha visto con mi cuchipandi disfrazado de medievales. Uhm... tengo una fuga de información radiactiva, que ríete tú de Chernovil.
Y ahora os dejo, que ya me están liando para salir hoy y eso que mañana trabajo y aún tengo que ir al gimnasio y todo son ocupaciones dios mío cómo puedo tener una vida tan atareada que no doy a basto y eso que yo abarco mucho pero es que el que mucho abarca poco aprieta y mientras me voy preparando y pensando qué disfraz inventarme de prisa y corriendo me estoy entreteniendo buscándo qué ingredientes hace falta para hacerse un cocktail de "cianuro espumoso" como el del libro que acabo de deciros. Arf! ADIEU!!!!!
Pues ya me despertaste la curiosidad por este libro, pero anda que tengo lista, así que tengo tiempo para buscarlo…ahora a los libros hay que agarrarlos con amor, porque yo traigo desde inicio de año uno de Xavier Velasco, que nada mas no me acaba de enganchar y ya voy en la 300..je, es mas un reto que un gusto.,..pero bueno ya. Saludos!
ResponderEliminarYo también tengo lista de espera, pero me apunto tu recomendación.
ResponderEliminarY ya siento no poder ayudarte con lo del cocktail ese. Aunque no sé, ¿un San Francisco no te da igual?
:P
besos.
muchos.
envueltos.
Tomo noto, un libro que consigue sonrisas y risas me conviene...
ResponderEliminarEn cuanto a lo demás no te puedo ayudar no entiendo mucho de cocktails.
Un abrazo.
¡¡¡PERO SI TE DIJE QUIEN ERA!!!!!!! Es R.!!!!! anda que..... no se pa que gasto saliva... en este caso dedos.
ResponderEliminarLo vamos a pasar bien, ya verás :D
hae timpeo q x falta de tiempo no chapo un libro para leer, salvo los de la univ
ResponderEliminarVaya, ahora no creo que tenga mucho tiempo para leer pero supongo que en los fines de semana algo caerá que tengo muchos mangas atrasados y hay libros a los que les quiero echar el lazo.
ResponderEliminarBesos.
Yo para asesinarme invitaría a alguna de mis tías, que como son religiosas, digo lo harían con cristiana misericordia, además sin dolor, y tienen acceso a la insulina de mi abuelo, que ya se sabe que es mortal en una persona sin diabetes (¡y la autopsia no la detecta! creo...)
ResponderEliminarMi madre trescientas páginas jajajjajaa.... que tú a mí me digas que Cervantes o cualquier autor de los tiempos sin tele, mira, todavía, pero un autor de hoy haga esos tochos.... A mí tampoco me cae demasiado bien esa mujer..., de hecho a veces pienso que escribe para ir a los cócteles jajajaja, y a las fiestas esas de intelectuales que cruzan las piernas como si no tuvieran genitales; mira, como tú, ¿no?; ¿o tú tienes genitales pero no sexualidad?, menudo lío... Ahora que me acuerdo de tus musculos, y la de ejercicio que haces - no pierdes un mal hábito y ya te lanzas al de la lectura -, te comento que quiera Jude Law que no tomes anabolizantes porque te dejan los testículos del tamaño de una canica... ¿que cómo lo sé?, pues porque leo mucho jajajaja, y vamos, es una lástima y de una tristeza infinita - supongo - abrir un paquete y encontrarte... claro que mas triste aun son las pollas asiáticas, ¿las has visto?, todas estrechitas... qué lástima, zeta, espero que puedas apañar todas las filtraciones :p ¡usa tus plumas!, o las mías jajajaa
ResponderEliminarBesos
Jamás me fijaría en un libro escrito por el negro de Carmen Posadas. Ya la portada me tira de espaldas. Las hijas de los diplomáticos se aburren mucho, se pintan un poco, van a fiestas y ahora escriben. Pues que con su pan se lo coman.
ResponderEliminarTengo muuuchos libros esperando en la pila de lectura a ser leídos. Lo que me falta es tiempo. A veces, ganas.
ResponderEliminarIntentaré leerlo.
ResponderEliminarHe estado pensando sobre las personas que me odian...(que también es una forma de cariño)
Saludos
Chuchi, a ver si te han confundido conmigo, que ya era lo que nos faltaban, que el único medieval aquí, yo... y no iba de princesita!!
ResponderEliminarPor otro lado me preocupas, yo iría viéndome eso del corazón, que con la vida ajetreada que tienes... jajajaja, vamos, que no paras. Y por último, y por ello no menos importante, ¿no te has llevado a nadie a casa ni has ido a la de nadie? Anda guapa!! Seguro que te lo has jincao por el camino, que de eso no has dicho nada, que yo lo de tu asexualidad empiezo a no creérmelo.
bicos Ricos
Este es el primer post tuyo que me pongo a leer y no continúo. Detesto a Carmen Posadas con todo mi corazón. Dicen mucho las editoriales españolas al publicar a esa pija impresentable.
ResponderEliminary a ti, besos ejejej
Romek
Figúrate Z, que Carmen Posadas y yo coincidimos en un taller de literatura en el Bellas Artes de Madrid, allá por los años '80 que dirigía Luis Landero. Ella se convirtió en escritora exitosa y yo en bloguera mediocre. La vida... Besotes, M.
ResponderEliminardesconocía a Carmen... y leyendo los comentarios no sé si darle una oportunidad o no... mira que tu recomendación me atrae... me la apunto de pasatiempos en algun viaje -lectura en el avión o para el veranito en la playa- y a ver que tal.
ResponderEliminar(hay unos cuantos libros por delante de ella, pero todo llegará ¿eh?)
Besos