Cuando los astrónomos del Observatorio del Roque de los Muchachos constataron que, superando lo previsto, la luna continuó aproximándose al planeta Tierra, se dieron un par de días de margen antes de hacerlo público. Pasadas 48 horas, las mareas continuaron volviéndose extremas, los barcos se quedaban varados entre la arena y el fango de los puertos, y las olas invadían los paseos marítimos, tan arreglados ellos para las próximas elecciones municipales que ya estaban a la vuelta de la esquina. La propia presidencia de la FEMP exigió, mediante escrito oficial al Ministerio de Ciencia y Tecnología, una rueda de prensa de manera urgente que justificase el desaguisado. Pasados unos días, tuvo lugar la reunión oficial de los científicos elegidos. Ante la expectativa, se realizó una entrevista pública de los principales portavoces, todos ellos expertos mundiales en astrofísica y geología. Habló en primer lugar Edemetrio Órbita, que explicó que, por causas que aún estaban en estudio, "el perigeo de nuestro satélite sobre el planeta Tierra, no ha finalizado cuando correspondía, el día 19 de Marzo, sino que continúa existiendo una aproximación entre ambos cuerpos", con lo que nadie entendió demasiado -periodistas...- y nadie realizó ninguna pregunta por no quedar de ignorantes -en este caso, no por periodistas, sino por la más pura vanidad humana...-.
Pasaron días, semanas, meses, y la luna continuó aproximándose a su ritmo pausado pero imparable hacia La Tierra, y al fín las dudas existenciales que desde antaño pululan sobre la relación con los cuartos lunares y los partos se empezaron a confirmar. Y así fue que las maternidades de las ciudades se llenaron de ingresos durante los cuartos crecientes y se vaciaron durante los menguantes. Los mercados de ganado, por idéntico motivo, comenzaron a reorganizarse por quincenas, abriendo unas y cerrando otras. Las plantas y árboles frutales florecían con un esplendor inusitado y se marchitaban con fruición, mientras las cosechas resultaban más previsibles de lo que lo habían sido jamás, y en las playas se sufrían mareas kilométricas que convertían en un suplicio para los bañistas el momento de ir al agua. Las ciudades costeras se adaptaron con relativa facilidad, cambiando sus flotas de autobuses urbanos por vehículos anfibios donados por el ejército, y los fabricantes de bicicletas de playa comenzaron a hacer su agosto. Portugal extendía sus dominios en unos doscientos kilómetros mar adentro durante unas horas al día, aunque para ello tuvo que asumir el coste de convertir Oporto en la nueva Venecia, dado que la original se vio finalmente engullida por el oleaje. Y así sucedió que los países cambiaban sus fronteras a merced de las mareas, por lo que la población se dedicó a cambiar sus pisos por coches-caravana para poder de este modo tener mayor facilidad de movimiento.
Todo terminó como había empezado. Paulatinamente, el satélite lunar retornó a su órbita original. El mar se calmó de nuevo y las líneas de costa volvieron a su origen. Las ciudades costeran retomaron su vida habitual y las calles, otrora canales a tiempo parcial (y que dieron una visión inédita para la mayoría de los habitantes, lo que contribuyó a que la práctica totalidad de alcaldías continuaran en manos de los que las tenían previamente al extraño femónemo), se llenaron de nuevo de coches, cambiando las tablas de surf por motoristas. La gente, que se había vuelto deportista a base de natación y de paseos en barco a pedal, se veía más guapa y ésto tuvo el efecto secundario de aumentar significativamente la venta de preservativos. Y con todo esto sucedió que, entre el gasto generado en roulottes, condones, y en todo el sector de la industria aeronáutica, el misterio del paseo lunar consiguió sacar al mundo de la crisis global en que una panda de impresentables banqueros lo había metido. Claro que eso, a lo mejor, pasó también cuando Wall Street terminó cayendo... devorada por las aguas.
Pues en el Observatorio Gay Granatense salimos a la calle a ver la luna, en nuestro barrio, y la verdad, no la percibimos más cercana, aunque eso sí, a la luz de la luna mi novio y yo nos dedicamos a buscarnos el perigeo mutuamente, a ver cómo estaba de grande..... jejejeje
ResponderEliminarEsto mismo que dices de la luna me lo contó un amigo este sábado y mi respuesta fue encogerme de hombros y decirle "Pues yo veo siempre a la Luna con el mismo tamaño, si acaso hay días que la veo más amarilla de la mierda que hay en la atmósfera".
ResponderEliminarBesos.
ayer la luna staba como cerka si la vi
ResponderEliminarBueno, no sé si sería por la hora, pero vamos, yo anoche vi la luna como siempre, y el sábado me la perdí. Pero es la hostia de curioso todo lo que mueve la luna, un montón de tontás cotidianas y sin que le demos la mayor importancia. A mi siempre me ha sorprendido lo de las mareas, será por aquello de ser de sitio costero... pero vamos... que en agosto hay unas mareas increíbles....
ResponderEliminarBicos Ricos
Supongo que estos comentarios no estén poniendo en duda la influencia de la luna. Yo si la vi grande, estaba hermosa, aunque de cerca dudo que sea hermosa con todas esas construcciones.
ResponderEliminarAhora se espera un terremoto en California, aunque no sé si es por la luna o por el HAARP.
La Luna tenía que pegarse a la Tierra cual adhesivo. Y a toda velocidad.
ResponderEliminarDios!
ResponderEliminarMe encanta la manera en la cual has planteado dicha idea dando por supuesta que ha pasado y mostrando tu idea de manera posterior ^^ xD
Resumiendo que está de puta madre.
Pero siendo francos, la luna se aleja más y más ¿Será ése el verdadero problema?¿Qué cada vez esté más y más lejos?
^^
Me encanta tu blog ^^^
Me pasaré más amuendo , SIGUE escribiendo ^^
Un placer! Bacteria.
Al principio pensé que era verdad...
ResponderEliminarLa luna la perderemos algún día...Quizás la especie no lo vea, pero sucederá..
Saludos
Jo, si fuera tan facil. Y oye, que las mareas se llevan a los banqueros, porque no se llevan tbm a ZP y así matamos dos pajaros de un tiro, jejeje. Este fin de semana seguro que hubo más de un fenomeno extraño por ahí perdido.
ResponderEliminarUn beso
zzzzz: aca en mendoza argentina, se ve igual que siempre:(
ResponderEliminarLuna lunera...¡Muy bueno el texto! En mi trabajo, aún sin mirar a la luna o al calendario,sé cuanto es luna llena.
ResponderEliminarDe momento lo que nos ha traído la madre naturaleza ha sido un desastroso movimiento telúrico con sumani incluido que no creo que nos saque de ninguna crisis... Estaría bien que por una vez esa imaginación calenturienta que posees y que nos deleita con sus frutos en tus posts, fuera profética...
ResponderEliminarMe encanta que seas capaz de imaginar esas cosas y que sepas narrarlas con tanta maestría.
Una abrazo.
la luna de ayer aquí en DF fue bella por demás, así que seria bueno que esto de que la luna viniese un poco mas cerca, por aquello de ponernos guapos todos…saludos!
ResponderEliminarZETIIIITAAAAAA KE AMI LA LUNA ME TIENE EL CHOCHO TOOO LOKOOOOOOO IGUAL HEMOS ENKONTRAO EL MOMENTO INDONEO PARA NUESTRO APAREAMIENTOOOOS AJAJAJJAJAJAJA UN BESAKOOOOO AMOOOOOR
ResponderEliminarFue bonito ver un día la playa a la que suelo ir, convertida en un pequeño lago, en una piscina. Al día siguiente, el mar llegaba al paseo marítimo como venganza de lo que le habían quitado el día anterior...
ResponderEliminarBesos Z
a mi la luna esa magnificada este pasado sábado me la taparon las nubes... :-(
ResponderEliminarla próxima vez será... mientras eso llegue me conformaré con tu texto tan bueno :-)
La Luna y la Tierra, una bonita historia de amor. Son como un matrimonio. Unas épocas buenas y cercanas, que desborda líquidos, y otras de cierto alejamiento, controlando los efluvios.
ResponderEliminarEso sí, un matrimonio lésbico.
Para que luego no digan que el amor dentre personas del mismo sexo, no es natural.
besos.
muchos.
envueltos.
Jajajajaja ya no iba a comentar nada en este post porque voy tan atrasado... pero es que tu comentario, tatojimmy me ha pintado una sonrisa, con tanto efluvio y tanto amor lésbico, jajajaja. Aunque yo creo que el planeta juega un poco al despiste, que tan pronto es La Tierra como El Planeta Tierra, no sé yo... Y la luna o El satélite lunar? no sé yo, no sé yo, est@s dos...
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